Todos sabíamos que algo tenía que pasar tras la campaña de acoso y derribo que desde Cataluña estaba haciendo el Barça con los boixos nois Freixa y Guardiola acusando a los árbitros de no ayudarles a ganar. Amaneció el miércoles y supimos que
Villar obligaba a jugar al Athletic de Bilbao sin descansar las 48 horas que exige la UEFA entre partido y partido. ¿Imaginan contra quién jugarán los vascos sin descansar? Correcto: el Fútbol Club Barcelona. Con este caldo de cultivo se presentaba el Real Madrid en el Madrigal y
pasó lo que tenía que pasar, o como decían en el El Padrino
se encargaron de que pasará pero de que pareciera un accidente.
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El éxito del villarato consiste en pasar desapercibido |
Minuto cuatro de encuentro y un tal Paradas Romero, árbitro mediocre y del que sus propios compañeros se mofan porque según cuentan tiene el récord de tarjetas a jugadores que no estaban en el campo ya que suele equivocarse al redactar las actas; va y amonesta a Lass por una ridícula falta. A partir de ahí,
este pobre trencilla cuyo único mérito en la vida fue expulsar a Mourinho el año pasado pierde los papeles y perpetra un atraco que por otro lado ya estaba en el guión. Cierto que pudo señalar un penalti de Arbeloa contra el Madrid en la primera mitad, lo cual demuestra lo inútil que es el pobre hombre, sin embargo, fruto de su propia incompetencia, se lía la manta a la cabeza y empieza a sacar tarjetas por verdaderas chorradas. Balance de la primera parte: 7 amarillas entre ambos equipos y un partido repleto de estrellas mundiales que se vuelve feo y triste por el fastidioso concierto de viento del personaje que viste de negro.
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Paradas no sabe pitar, pero posar se la da bien |
Dolido en el alma por su pésima actuación, por cierto, partido en abierto y por tanto visto por todo el mundo para su propia vergüenza, saltó al terreno de juego con la intención de hacer que el Real Madrid perdiera, o al menos pagase, por su propio error al no señalar el penalti de Arbeloa. Cuatro minutos de segunda parte y Paradas se pega una carrera de 50 metros para sin venir a cuento
expulsar a Rui Faria, ayudante de Mourinho, por según cuenta en el acta: “Aplaudir un decisión mía”. Tremendo crimen éste, imagínense. Lo mejor de todo es que la televisión demuestra que no le apludía a él, ¡Qué decepción!, sino a sus propios jugadores. En concreto a Marcelo. Sigue el partido, pasan los minutos, y Paradas sigue amenazando al banquillo merengue ante la imposibilidad de perpetrar el robo que compensase su error de la primera mitad. Al final, amarilla a Mou por según él: “Hacer observaciones a mis decisiones técnicas”.
Y en esto que se adelanta el Real Madrid con un golazo a pase de tacón de Ozil y gran finalización con regate al portero incluído de Cristiano y eso sí que no.
Por ahí ya no pasa Paradas Romero. El Madrid no podía ganar. Llega el minuto 83 y en estas va y se inventa una falta al borde del área que no existe y, cosas del fútbol, Casillas que es sin duda el mejor portero del mundo pega una cantada: empata el Villarreal. Ante esto, los blancos pierden finalmente los papeles por el consumado atraco arbitral y el colegiado se encarga de apuntalar su crimen. Expulsa a Mourinho en el 83 por: “De nuevo hacer observaciones a mis decisiones” y manda a la caseta a Ozil, que no habla ni español, por: “ Aplaudir en señal de mofa”. Pero ojo, que no contento con eso y aunque el cuarto árbitro le señala 4 de descuento, Paradas solo deja 3 no vaya a ser que suelte un misil Cristiano y gane el Madrid. La última puñalada trapera de este inefable personaje fue recoger en el acta que una vez acabado el encuentro Pepe se retiró llamándole: “Hijo de puta”.
La verdad, el central blanco demostró una vez más su falta de profesionalidad. ¿Qué necesidad había de faltar al respeto a las meretrices? Ya debería saber el portugués que arbitrajes así al Real Madrid son el pan nuestro de cada día.
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Prueba documental del atraco y del "accidente" |
España entera está acostumbrada a que la Federación robe a favor del Barcelona y a su mafiosa forma de actuar que incluye tener
periodistas a sueldo que van a las ruedas de prensa a aplaudir en lugar de a hacer preguntas. Cierto que ayer el Madrid perdió los papeles, solo faltaba cuando te arbitra un psicópata de las tarjetas como Paradas, cierto que el Villarreal puede quejarse de un penalti claro de Arbeloa, pero al final pasó lo que tenía que pasar.
Como bien explica Don Alfredo Relaño en el diario As: “El Villarato sabe elegir los días”. Nada nuevo bajo el sol. Villar hará todas las trampas, olvidará el reglamento y hasta hará jugar sin descansar a los rivales del Barça si es necesario para que los catalanes pueden ganar la Liga. Como el mafioso que es, hizo que pareciera un accidente a través del árbitro que él mismo puso a dedo para la ocasión.