Siempre fue un emperador del arbitraje que ejerció su autoridad en los terrenos de juego a golpe de tarjeta y silbato, por eso creo que qué mejor saludo para él que el que daban los gladiadores al César en el circo. Iturralde González: guardia pretoriano del villarato, brazo ejecutor de su jefe Sánchez Arminio y tribuno de la plebe en inventarse penaltis a favor de algunos; se nos va. Los merengues nunca imaginaron que llegaría este día pero ya ven, el tiempo no perdona a nadie, tampoco al señor de negro. Tranquilos todos que no tiene ninguna enfermedad mortal, de hecho ha cogido unos quilitos de más en los últimos tiempos. Hoy, 23 de marzo de 2012, Iturralde ha anunciado su retirada. Se cierra así una de las páginas más blaugranas del arbitraje patrio.
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| La estadística dice que Iturralde es el galáctico del Barça |
Cualquier valoración que se haga de un trencilla en el momento de su retirada no debe tener en cuenta los escándalos arbitrales, espectáculos grotescos de gestos zoomórficos con afán de intimidar a los jugadores ni los esperpénticos conciertos de viento en los que fuera el pito solista. Si quisiéramos hacer esto en el caso de Iturralde, más que un blog necesitaríamos los 32 tomos de la Enciclopedia Británica. También hay delanteros que fallan goles, porteros que cantan más que paran y defensas que deberían llevar sotanas y nadie los martiriza, así que no sería justo hacerlo con un árbitro. Además no hay necesidad: los lamentables espectáculos de Iturralde están al alcance de un click en youtube si alguien tiene ganas de verlos. Cosas de la tecnología.
Que nadie crea que este post está dedicado a enumerar las pésimas actuaciones de un colegiado al que se puede y debe acusar de muchas cosas pero nunca de haberse vendido. Su integridad está fuera de toda duda. En efecto, han leído ustedes bien, si hay alguien incorruptible en el fútbol español es ese tal Iturralde González que hoy nos deja y que desde su debut, un funesto 3 de septiembre de 1995, ha conseguido cabrear a propios y extraños sin olvidar tampoco a su santa señora madre, harta y con razón de ser la más mentada en los estadios de España. Hombre, es cierto que ha cabreado a unos más que a otros, dirán los madridistas. Pues sí, es cierto. Las estadísticas de tarjetas y penaltis en contra de los blancos son cuando menos sospechosas y atentan contra la lógica del promedio matemático, pero creo no equivocarme si hablo en nombre de todos los seguidores cuando digo que Don Eduardo no era un vendido, sino simplemente: “El único trastornado tan ingenuo como para pensar que los aficionados pagan 100 euros por verle a él sacar amarillas en vez de a Raúl marcar goles” como dijo tiempo ha aquel genio de la radio.
Que nadie crea que este post está dedicado a enumerar las pésimas actuaciones de un colegiado al que se puede y debe acusar de muchas cosas pero nunca de haberse vendido. Su integridad está fuera de toda duda. En efecto, han leído ustedes bien, si hay alguien incorruptible en el fútbol español es ese tal Iturralde González que hoy nos deja y que desde su debut, un funesto 3 de septiembre de 1995, ha conseguido cabrear a propios y extraños sin olvidar tampoco a su santa señora madre, harta y con razón de ser la más mentada en los estadios de España. Hombre, es cierto que ha cabreado a unos más que a otros, dirán los madridistas. Pues sí, es cierto. Las estadísticas de tarjetas y penaltis en contra de los blancos son cuando menos sospechosas y atentan contra la lógica del promedio matemático, pero creo no equivocarme si hablo en nombre de todos los seguidores cuando digo que Don Eduardo no era un vendido, sino simplemente: “El único trastornado tan ingenuo como para pensar que los aficionados pagan 100 euros por verle a él sacar amarillas en vez de a Raúl marcar goles” como dijo tiempo ha aquel genio de la radio.
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| Itu, al estilo Imperator a punto de levantar o bajar el pulgar. Vida o muerte. |
Y si me atrevo a decir que nunca se vendió sin conocerlo personalmente es porque estoy seguro de que si el propio Iturralde hubiera tenido que poner precio a su pito no hubiera habido premio ni dinero suficiente ni reflotando todos los galeones hundidos que traían el oro del Perú. Si en algún momento fue el brazo ejecutor del villarato jamás fue por pitar una final de Copa o un partido internacional. Si lo fue, lo fue simplemente por convencimiento moral, por imcopetente, o por puro antimadridismo. Lo mismo que para los demás clubes perjudicados según el momento y la fecha. A saber: Osasuna, Rayo, Levante, Valencia, Atlético, Granada, Mallorca, Sevilla, Betis, Sporting, Espanyol, Getafe, Málaga, Zaragoza, Racing y Villarreal.
Solo la ciudad Condal, y no toda ella pensarán los del Espanyol, llorará la marcha de Iturralde. Algo injusto porque como les digo su ego jodió a casi todos por igual, prueba ésto de que nunca tuvo mala fe. No era un monstruo como lo pintaban algunos periodistas ni un desalmado psicópata como lo describían algunos aficionados. Era simplemente un imperfecto ser humano y como tal debemos despedirle. Permítanme brindarle a Eduardo una frase de Diógenes que yo sé que le gustaría escuchar en su adiós, pues está acorde con su inabarcable ego: “Al morir, echad mi cuerpo entre los lobos, ya estoy acostumbrado”.
